El Desapego como Acto de Amor

El Desapego como Acto de Amor

En estos días, la vida me recordó que soltar no es perder. Que el desapego no es frialdad, sino una forma de amar más libre, más consciente y más presente.

Aprendí que cuando suelto las expectativas, los resultados y los viejos patrones, aparece la verdad de lo que es.

Que el desapego no es desinterés, sino confianza.

No se trata de cerrar el corazón, sino de abrirlo sin ataduras.


El desapego me enseñó a amar sin miedo, a elegir sin necesitar, a agradecer sin retener.

Y me mostró que la libertad no está en controlar, sino en permitir.

¿Qué estás sosteniendo que ya pide ser soltado con amor?

¿Dónde podrías practicar el desapego como una forma de agradecer lo vivido y abrirte a lo nuevo?

El Desapego como Camino de Amor y Libertad

Hace poco atravesé un proceso que me llevó a soltar algo que, aunque querido, ya no estaba en resonancia con mi verdad. No fue fácil. Lo intenté comprender, justificar, sostener… hasta que el cuerpo me habló. Y supe que era momento de soltar.

¿Qué es realmente el desapego?

No es cortar de raíz ni endurecer el corazón.

El desapego es una práctica de confianza.

Es soltar sin enojo, sin miedo, sin culpa.

Es comprender que podemos amar profundamente… sin poseer.

En lo personal, aprendí que el apego nace muchas veces del miedo: a perder, a quedarme sola, a equivocarme. Pero al sostener lo que ya no fluye, me estaba negando el espacio para lo nuevo. Para lo auténtico.

Entonces solté.

No de un día para el otro. Fue un proceso.

Reconocí el dolor, me abracé en el miedo, y elegí confiar.

Solté lo que ya había cumplido su ciclo. Y sentí alivio.

No vacío. Espacio.

¿Qué aprendí?

Que soltar también es amar.

Que el control no garantiza permanencia.

Que cuando confío en mi camino, la vida se encarga de reorganizar todo con sabiduría.

Hoy comparto esto por si estás en ese momento.

Por si algo en tu alma también susurra: ya es hora de soltar.

Confía. No estás perdiendo: te estás encontrando.

Y te invito a leer para encontrarnos Círculo Andante  .




En estos días, la vida me recordó que soltar no es perder. Que el desapego no es frialdad, sino una forma de amar más libre, más consciente y más presente.

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